Boda

Hacer este resumen del año ha sido, si cabe, un poco más complicado y especial que en años anteriores. Los giros que vamos dando en la vida, acompañados del sentimiento y la intuición, hace que algo tan bello e intenso como realizar reportajes de boda requiera de un descanso para recargar las energías necesarias. En los últimos años nos hemos dejado la piel en cada reportaje, y ahora, por algún tiempo sin determinar, vamos a tomar un descanso. Con ello, por emociones varias, hacer este resumen me ha supuesto alguna lagrimilla nostálgica, y como siempre, quiero agradecer a aquellas parejas que nos han regalado todos estos momentos, el habernos hechos disfrutar y sentir. Durante el paréntesis echaré mucho de menos a aquellos novios que se casan con y por amor, que nos han dado toda la confianza para poder hacer y recoger y que han sabido valorar el cariño y el esfuerzo puesto. Que han disfrutado de cada momento de su boda, y nos han permitido compartirlo. Gracias de verdad, os merecéis lo mejor.

Hoy es un día muy especial para nosotros y no es casualidad que lo elija para mostrar la boda de Paula e Ignacio. Por este motivo espero que se me perdonen algunas licencias musicales que voy a darme. A ellos nos unen algunas cosas muy simbólicas como que se nos pongan cuando nos besan «rojitas las orejas». Y quizás por esto es por lo que Ignacio puso todo el interés del mundo en que Silvia y yo estuviéramos en Cuenca fotografiando su gran día, y para nosotros fue una de las aventurillas más enriquecedoras que hemos tenido en esta singladura como fotógrafos de boda. También hemos compartido su visita posterior a Granada y en unas horas, gracias a que los amantes con sus besos han inundado el aire de la noche, un concierto muy especial.

Como ya he comentado, fuimos hasta Cuenca y disfrutamos, como en su preboda, de la belleza de esta ciudad llena de encanto. Aunque esta boda tenía más lugares importantes. Desde luego Chillarón de Cuenca, donde nuestros chicos se conocieron de pequeñitos cuando iban allí a veranear, y también Villalba de la Sierra donde se llevó a cabo toda la fiesta, concretamente en la Finca La Moraleja.

Todo tiene un motivo, y no haber dejado ver esta selección de momentos hasta ahora, también. Saltarnos la tradición de mostrar nuestro resumen del año por Navidad era obligatorio para no dejar fuera a aquellos que vinieron en diciembre desde Nueva Zelanda a casarse en Granada, también queríamos dejarles tiempo para que pudieran ver sus fotos que recorrieron el Mundo hasta llegar allí.

Llevaba mucho tiempo con la intención de enseñar la boda de Mónica y Germán, pero no sabía cómo transmitir exactamente qué pasó ese día sin tener que poner todo el reportaje. Pongo en antecedentes para explicarme, porque aunque cada boda es especial y distina, la de estos chicos se llevó la palma. El centro de todo fue el Cortijo Balzaín de La Zubia donde se alojaban novios y amigos.

Desde el primer contacto con Encarni y Adrián todo fue diferente. Desde cómo llegaron hasta mí, con un boca a boca internacional (si es que el Mundo es muy pequeño), hasta el hecho de que eligieran Granada como lugar donde casarse, ya que ninguno de ellos son de aquí. Nuestra primera cita en el Albaicín me descubrió una pareja divertida, feliz y con muchas ganas de disfrutar de la vida, y por supuesto de su boda. Ya que decidieron casarse en Granada, pocos lugares tan simbólicos como La Chumbera con sus vistas impresionantes y allí nos fuimos a disfrutar de una boda muy especial.

¿Os acordáis de Eli e Ignacio? son esos chicos que nos hicieron disfrutar tanto de su preboda. Ya allí nos enseñaron lo que son como personas y también como pareja. Alegres, simpáticos, desenfadados, serenos y sobre todo mostrando una felicidad y un cariño enorme en cada gesto. Pues claro, su boda no iba a ser diferente y con ellos la disfrutamos. La ceremonia fue en en la Iglesia de Santa Ana de Granada y la celebración en el Hotel Restaurante Boabdil en Otura. Aquí os dejamos con las fotos del gran día!!!