Recuerdo bien el primer día que hablé con Cristina por teléfono interesada en que yo pudiera ser su fotógrafo de boda. Desde ese primer contacto siempre me transmitió elegancia, calidez y cercanía. Después los conocí a ambos en persona y me resultaron unos chicos entrañables, alegres y con muchas ilusiones. A mí me contagiaron, desde luego, y cuando Cristina y Ángel me dieron la buena noticia de que yo sería su fotógrafo, la alegría fue insuperable!!!. La boda tuvo lugar en la Parroquia de San Ildefonso de Granada y disfrutamos mucho la celebración en Cortijo Alameda en Fuente Vaqueros.

Antes de nada os los presento, para quien no los conozca, con algunas fotos de su preboda en el Albaicín.

Y llegó el esperado día de su boda, que tras algunos cambios por fuerza mayor, se celebró en octubre.

Nos encontramos con Cristina en la peluquería de Yolanda López.

A Ángel fuimos a buscarlo a su Albaicín, donde estaba acompañado por la parte más varonil de la familia.

Llegó el momento de que la novia se vistiera, y ya en su casa la acompañamos de nuevo.

Esos pequeños grandes momentos de intimidad antes de que las emociones se disparen.

Después del brindis, momento para empezar. Nos vamos a la ceremonia!!!

Esas caritas lo cuentan todo, ¿verdad? 😀

Después de una ceremonia preciosa y emotiva, un poquito de sosiego para Cristina y Ángel, que bajo un contundente Sol de otoño, se fueron al Hospital Real de Granada, sede de la Universidad.

Mientras tanto, en Cortijo Alameda se preparaba el recibimiento de los novios.

y no hubo contención!!! había que recibirlos por todo lo alto, nunca mejor dicho 😀

El entorno del cortijo no puede ser más idílico. Nuestras amadas choperas nos rodeaban.

Fiesta, baile y alegría. No podemos tener mejores recuerdos de ese día y de Cristina y Ángel, pero también de sus familias, de sus amigos y todo lo que rodeó a su boda. Fue un día de belleza y felicidad que agradezco mucho haber disfrutado también. Y desde luego, a Cristina y Ángel gracias por haber querido estar en este blog y así poder mostrar un poquito de vuestra historia.